...Tantos giros que da, tantas cosas incomprensibles.
Quién iba a pensar que el octubre que pasó fue un mes tan decisivo para muchos. Mi vida ha cambiado bastante desde entonces: un giro de 180 grados. Risas, lágrimas, ilusión, desesperación, esperanza y desesperanza. Todo junto, pero en diferentes momentos.
Gente que viene, gente que se va. Casi cada día aprendo algo nuevo gracias a estas personas.
Relaciones que terminan, ¿y relaciones que empiezan?
Lo que más me sorprendio es haber aprendido en 4 meses lo que jamás aprendí (o entendí) el resto de mi vida antes de eso. Sin embargo, nunca es tarde para aprender.
miércoles, 20 de febrero de 2008
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