martes, 17 de junio de 2008

Recuerdos

Ahora, limpiando mi cuarto, encontré unos folletos sobre mi universidad de los que te hablé hace ya más de dos años; recuerdo cómo te burlabas diciendo "nah, yo no quiero ser fresa lasallista como tú".

No puedo creer cuántas risas me sacaste; corría en los descansos, como nunca antes lo había hecho, a conectarme al msn, y ni siquiera había acabado de cargar la ventana cuando tú ya me estabas hablando, jajaja! Nos poníamos a pelearnos por tonterías pero a la vez ambos tratábamos de apoyarnos con nuestros problemas; me encantaban tus celos hacia mí y yo también trataba de hacerlos evidentes. Me fastidiaba que me dijeras 'fresa' pero me mató cuando me dijiste que era tu fresa favorita y más le valía a cualquiera cuidar bien de mí. Cuando te conocí en persona fue uno de los días más felices de mi vida; estaba tan nerviosa y emocionada que ni me atrevía a hablar, qué pena! también buscaba cualquier excusa para tocar tu brazo. Cuando me dijiste que te mudarías a vivir acá casi no podía disimular mi entusiasmo: te tendría tan cerca de mí. Para mí eras único porque me mostrabas partes únicas de ti, como tu parte sensible y vulnerable.

También recordé esa canción (condenada Laura Pausini); deseaba que tú y yo pudiéramos salir adelante juntos... creo que en cierta forma te quería sólo para mí, y como pude notar de manera dolorosa: la gente no es posesión. Ahí aprendí eso.

Víveme sin miedo ahora; que sea una vida, sea una hora. No me dejes libre, aquí desnudo, mi nuevo espacio que ahora es tuyo. Esa es tu canción. De alguna forma siempre deseé que se volviera real.

Durante ese tiempo sólo me hice la ciega ante la realidad: tus intereses eran otros, no te culpo, pero tenía la esperanza de que eso pudiera cambiar. Muy egoísta, lo sé; lo siento. Al final la decisión salió a la luz y no iba yo incluida en ella, pero al menos fue una buena decisión.

Veo que tú cambiaste la perspectiva de lo que sería mi chico ideal; me demostraste que para mí lo importante era sentirme viva por sobre todas las cosas a la vez de encontrar a alguien que pudiera entenderme; por eso es que han venido pretendientes posteriores "buenos" después de ti y no he podido corresponderles.

Nunca podré decirte todas estas cosas, porque no vale la pena; tú ya tienes una vida hecha y esto vendría estorbando. Me alegra no haber perdido tu amistad a pesar de mis horribles actos egoístas, pero nunca recuperaré muchas de esas cosas que tuve en ese tiempo, y ya muchas cosas son distintas desde entonces. Así es la vida.

Gracias por los buenos momentos; ojalá seas feliz.

1 comentario:

Px dijo...

¿Te habrías imaginado todo esto?